Investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Negev afirman que el uso del teléfono celular obstaculiza las capacidades de niños peatones mas allá de lo evidente.
Investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Negev (BGU) han determinado que la capacidad de un niño peatón para cruzar con seguridad la calle se dificulta mucho más durante una conversación telefónica celular que para un adulto.
El estudio fue publicado recientemente en la revista Ciencia de la Seguridad.
«A pesar de que muchos niños llevan teléfonos celulares, el efecto que las conversaciones por celulares tienen sobre el comportamiento de cruce de calles de los niños no ha sido examinado a fondo.»
Así lo explica el profesor Tal Oron-Gilad, jefe del Departamento de Ingeniería y Gestión Industrial de la Universidad Ben Gurion.
«Más de un tercio de las muertes por el tránsito en países de bajos y medianos ingresos se producen entre los peatones.
Este alto nivel de participación es especialmente significativa para los niños peatones como la proporción de muertes de peatones niño es significativamente elevado en relación con los adultos», añade.
«Es importante tener en cuenta estos resultados cuando se piensa en la educación y formación de peatones jóvenes respecto a la seguridad vial. Debemos aumentar la conciencia pública en especial cuando los niños vuelven a la escuela después de las vacaciones», dice el Prof. Oron-Gilad.
El estudio se llevó a cabo en el Laboratorio de BGU, en un entorno de simulación virtual.
Esta es una de las instalaciones de investigación de tráfico más sofisticados del mundo, lo que permite a los investigadores medir las reacciones de peatones en escenarios de realidad virtual.
El simulador peatonal consta de una pantalla esférica de 180 grados alineada con un sistema de tres proyector de alta precisión lo suficientemente grandes para sumergir a un participante dentro de su circunferencia.
Con el celular en la calle.
El experimento se llevó a cabo en el simulador en un entorno virtual de la ciudad con 14 adultos y 38 niños que experimentaron escenarios de tráfico y conversaciones por teléfono celular.
Se pidió a los sujetos que pulsar un botón de respuesta cada vez que sintieron que era seguro cruzar, mientras que los investigadores rastrearon sus movimientos oculares.
«Los resultados mostraron que mientras que los comportamientos de cruce público se vieron afectados por las conversaciones de teléfonos celulares, los niños son más susceptibles a la distracción»
Dice el profesor Oron-Gilad, «cuando hay mucha gente los tipos de conversación son cognitivamente más exigentes, y los participantes fueron más lentos en reaccionar ante una oportunidad de cruzar. Se asigna menos atención visual a las regiones periféricas de la escena».
La capacidad de tomar mejores decisiones de cruce se vio mejorada con la edad. La mejora más importante se muestra en la «brecha de seguridad;» cada grupo de edad mantiene una brecha más amplia con el más joven que le precede.
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