Créditos de las imagenes: Bar Ilan Press Room.
Un equipo de investigadores revela una pieza importante de la disfunción en el sistema inmunológico.
La principal tarea del sistema inmunitario es defender el cuerpo contra virus, células cancerosas y otros patógenos.
Las células T, un grupo de glóbulos blancos que desempeñan un papel central en la respuesta inmune, reconocen y atacan células específicas en todo el cuerpo que deben eliminarse.
Son los guardianes del cuerpo y generalmente pueden eliminar amenazas como la gripe, la varicela y otras enfermedades en unos pocos días.
A veces, sin embargo, las infecciones pueden persistir durante varios meses y causar enfermedades crónicas.
Se supone que lo mismo ocurre con el cáncer al que el sistema inmunitario está constantemente expuesto.
Esto ejerce una presión tremenda sobre el sistema inmunológico, que, por un lado, trata de eliminar activamente estas amenazas, pero por el otro, limita su acción para no causar daños colaterales a células sanas, inflamación crónica o enfermedades autoinmunes.
Por lo tanto, las células T a menudo entran en un estado de agotamiento, lo que ralentiza su actividad y no logran deshacerse completamente de una enfermedad, como en el cáncer.
Los científicos han supuesto que revertir este estado de agotamiento puede restablecer la inmunidad adecuada.
De hecho, el Premio Nobel de Medicina de este año se otorgó a investigadores que descubrieron los «frenos moleculares» en las células T que obligan a las células T a agotarse.
Pero hasta ahora los mecanismos generales que orquestan esto han sido un misterio.
Restablecer la función normal en el sistema inmunológico.
En un artículo publicado ayer en la revista Nature, un grupo de científicos de Alemania, Suiza, Australia, Estados Unidos e Israel, dirigido por el Prof. Dietmar Zehn, ha aclarado parte de este mecanismo para la primera vez.
«Gracias a esta colaboración internacional, demostramos que la proteína TOX es un regulador maestro del estado de agotamiento en las células T», dice el Prof. Cyrille Cohen, inmunólogo de Bar-Ilan Israel, quién participó en el estudio.
«Esta proteína, cuando está activa en las células T, es capaz de llevarlas a un estado de grave falta de respuesta».
Cohen estudió este fenómeno en células humanas en un modelo de melanoma, demostrando con éxito un vínculo entre la expresión de TOX en las células T y la inducción de hipopresividad, o respuesta disminuida al cáncer.
El estudio puede proporcionar a los investigadores una mejor comprensión de cómo se reprimen las células T y ayudarles a desbloquear su potencial para combatir enfermedades crónicas.
«Ahora, con esta información en la mano, podemos pensar en cómo neutralizar algunas de estas barreras para que podamos restablecer la función normal del sistema inmunológico, incluso en enfermedades crónicas, para combatir mejor el cáncer o las enfermedades virales», concluye Cohen.
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