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Por amor a su suegra crea una innovadora silla de ruedas que baja escalones.

silla de ruedas

Para ayudar a su suegra, un israelí decidió desarrollar una solución para personas con discapacidad, quienes a menudo por un solo escalón no pueden avanzar con su silla de ruedas.

Ilan es músico sin experiencia en dispositivos médicos o startups. «yo siempre tuve ideas», dice.

«Me casé con una mujer que amo, conocí a sus padres, discapacitados, y me enamoré de ellos también.

«Fue amor a primera vista. Y no note nada raro con sus discapacidades hasta que empecé a pasear con ellos por las calles y vi de primera mano que nosotros, como sociedad, no les ofrecemos oportunidades de ser independientes.«.

Aviv recuerda un episodio conmovedor con su suegra.

«La llevé a la peluquería, y no había una sola rampa en la entrada. Su silla de ruedas eléctrica es pesada, incluso si hubiéramos conseguido la ayuda de otros, no hubiéramos podido.

Mi suegra se sentó afuera del salón de belleza bastante humillada. Le pregunté si esto era una situación normal y ella dijo que sí.

«Ella me dijo que cuando va a la tienda de juguetes para comprar regalos para sus nietos, espera afuera hasta que un vendedor la ayude y que en el verano, ella espera bajo el sol.

Me dije a mí mismo que tengo ayudarla».

Así nació la idea de Step-up. Aviv comenzó una lluvia de ideas de soluciones para que las sillas de ruedas eléctricas puedan hacer algo tan sencillo como subir un solo escalón.

Con una idea en mente, fue a conversar con una empresa de desarrollo de ingeniería que tiene una amplia experiencia en el desarrollo de dispositivos médicos, con énfasis en productos para personas con discapacidad.

LA empresa ya ha creado una variedad de soluciones que incluyen sillas de ruedas de bajo costo para países del tercer mundo y ruedas resistentes a impactos desarrolladas para las sillas de ruedas, que posteriormente fueron utilizadas en bicicletas y aviones.

El video que muestra la silla y la historia, esta solo en Hebreo, pero aun para quienes no entienden el idioma pensamos que las imágenes podrían resultar de interés.
 

 

«Ellos vieron el potencial del producto y su valor y me ayudaron en el desarrollo del producto».

Aviv recuerda: «cuando por fin vi el prototipo, estaba muy contento porque era exactamente lo que quería.

ASi luego de examinar el potencial de mercado vio que era posible convertir el proyecto en un startup, una empresa basada en este producto».

Aunque la mayoría de los sitios en Israel con escaleras a menudo tienen una rampa o un ascensor, los lugares con un solo escalón generalmente no (como el resto de la población no ve la gravedad de la cuestión).

Mientras que las sillas de ruedas normales se pueden elevar con la ayuda de una sola persona (cosa que no siempre es fácil de pedir), para aquellos que utilizan las sillas de ruedas eléctricas se hace mucho más pesado.

En los últimos años, varios modelos de gama alta equipados con una variedad de soluciones han entrado en el mercado, pero son productos de nicho diseñados para aquellos que pueden pagar un precio de hasta USD 100.000.

Aviv, por el contrario, tiene como objetivo resolver el problema con un precio accesible para todas las personas.

El desarrollo incluye un par o arcos que se encajan sobre la silla de ruedas eléctrica sin aumentar su anchura, peso o radio de giro.

Al llegar a un escalón o en la acera, los arcos se extienden con sus ruedas delanteras y sus ruedas traseras siguen fijas abajo dejando a la silla de ruedas en el aire, suspendida por los arcos.

A continuación, las ruedas traseras comienzan a empujar hacia adelante y la silla de ruedas todavía en el aire por encima del escalón comienza a estabilizarse en el suelo.

En ese punto los arcos y las ruedas vuelven a su posición original.

El sistema incluye un número de sensores para evitar que se active el sistema de forma prematura.

Además de ayudar a las personas con discapacidad a subir y bajar de la acera y el dispositivo permite la entrada sin ayuda a un autobús.

Se espera que el costo de la invención israelí llegue a un precio entre USD 1500 a 2000.

Actualmente la empresa está recaudando fondos con el fin de recibir las certificaciones adecuadas.

Aviv invirtió un millón de shekels de su bolsillo (USD 250.000) y recibió fondos de la Oficina del Jefe Científico a través de uno de los planes con los cuales el gobierno apoya este tipo de emprendimientos.

 
 

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