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Un nuevo invento israelí permite la producción de alcohol a partir de desechos a bajo costo y sin daño ambiental.
La crisis de Corona ha elevado la demanda mundial de alcohol en gel, producido en gran parte a partir de maíz y etanol de caña de azúcar, en un proceso contaminante y costoso.
Israel importa miles de toneladas de etanol cada año (sin producción nacional) como materia prima de alcohol y, a la luz de la demanda mundial se torna preocupante disponer del desinfectante.
Por primera vez, un desarrollo innovador permite la producción local de alcohol en Israel, a partir de desechos municipales y agrícolas. Se trata de residuos de paja y fibra de papel que pueden ser procesados a bajo costo, y sin daños ambientales.
Tras el éxito del estudio, la Universidad de Tel Aviv se registró recientemente una patente estadounidense.
La crisis mundial de la corona ha elevado la demanda mundial de desinfectantes como el alcohol, alcohol en gel y el etanol a base de alcohol (etanol).
El etanol se produce principalmente a partir de fuentes de alimentos vegetales utilizados para el consumo humano, como el maíz, la caña de azúcar y otros cultivos con alto contenido de carbohidratos.
Producir alcohol en gel a partir de basura.
La producción de etanol causa contaminación ambiental porque su producción implica la asignación de mucho espacio para el cultivo de maíz y el uso de pesticidas y mucha agua.
En Israel, no hay producción de etanol, y depende completamente de la importación de decenas de miles de toneladas al año.
Con el estallido de la crisis de Corona y la demanda mundial de alcohol, ha surgido el temor de una escasez.
El innovador desarrollo de la Universidad de Tel Aviv por primera vez permite la producción local de etanol (y, por lo tanto, también de alcohol).
Se basa en desechos de plantas y papel mediante un proceso innovador de descomposición de lignina (material vegetal).
El desarrollo revolucionario reducirá significativamente los costos de producción y reducirá el uso de fuentes vegetales. En otro sentido preservará el medio ambiente, reducirá el uso de contaminantes como pesticidas.
Producir alcohol en gel sin contaminar.
No menos importante, reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero debido a la utilización de desechos en un proceso ambiental.
El desarrollo se llevó a cabo como parte de un estudio conjunto de la profesora Hadas Maman, el profesor Yoram Gershman y los estudiantes de doctorado Roy Peretz, Jan Rosen y Barak Halpern.
Los investigadores pudieron convertir desechos de vegetales y papel en etanol, la principal materia prima en la producción de alcohol.
Maman explica que «nuestro avance es que hemos podido producir etanol a partir de diversos desechos desechos urbanos y agrícolas. Es un proceso simple, económico e innovador. No requiere el uso de materiales peligrosos y puede descentralizarse, incluso a pequeña escala,».
La universidad ha comenzado recientemente un programa piloto para la producción de alcohol para desinfectantes en Israel.
El desafío es elevar el nivel de eficiencia en el proceso de producción de alcohol a partir de muchos desechos.
Maman agrega: «este estudio tiene un gran potencial porque alrededor de 620,000 toneladas de desechos se producen cada año en Israel.
Utilizar los desechos para producir etanol reducirá los costos de tratamiento de desechos. También racionalizará el proceso de producción de etanol, ahorrará en la utilización de las fuentes vegetales utilizadas para alimentos y reducirá el uso de combustible y la contaminación del aire resultante de la quema de residuos agrícolas en muchos lugares del mundo.
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saludos muy buenos temas para conocer y poner en practica los que queremos