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Un vistazo a una unidad de inteligencia secreta que también creo un respirador artificial.

unidad de inteligencia secreta

Créditos de las imagenes: IDF.

Ayer les mostramos como en pocos días estudiantes del Technion crearon respiradores batatos para equipar hospitales de todo el mundo y salvar vidas.

Hoy les vamos a mostrar un vistazo a una unidad de inteligencia secreta del ejército de Israel.

Hace cosa de unas semanas nadie conocía en absoluto la unidad de inteligencia secreta 81 del ejército. Una unidad de de inteligencia secreta que se dedica a proyectos de alta tecnologia.

Lo mas curioso es que los soldados de dicha unidad, tampoco sabian nada sobre respiradores artificiales.

Pero en pocos días, el hospital Sheba estaba probando este respirador desarrollado por el ejercito de Israel para pacientes con Corona.
 
Cuatro semanas de trabajo durante 24 horas y una patente ya registrada crearon el aparato.

Respirador desarrollado por unidad de inteligencia secreta.

 

 

Así es como la Unidad 81 y los médicos se unieron al Hospital Sheba para el desarrollo de respiradores para casos complicados de pacientes con corona.

Durante el mes pasado, un equipo de soldados y oficiales de la Unidad 81, en colaboración con los médicos del Centro Médico Sheba, trabajaron juntos. El objetivo era desarrollar un sistema («kit») que permitiera la conversión de respiratorios domésticos en un respirador apropiado para el tratamiento de pacientes graves (pacientes coronarios anestesiados).

«Hace un mes, la necesidad de máquinas respiratorias había aumentado», dice el Dr. Amit Zabatani, médico acompañante del proyecto en el Hospital Sheba.

«Comenzamos a pensar y ver cómo resolvemos el problema. Nos unimos a la Unidad 81 y con la ayuda de un trabajo intensivo 24/7 estamos listos para un escenario para usar nuestra solución».

El núcleo de la solución se basa en la conversión de respiratorios domésticos en un respirador completo para pacientes anestesiados y paralizados. Al mismo tiempo aborda las características críticas de atención al paciente.

Por ejemplo, un sistema que monitorea todos los parámetros importantes para el médico y le brinda la información necesaria. Cuenta con alertas completas sobre la condición del paciente, un esquema de intrusión-respiración, la prevención de emisiones contaminantes en el espacio aéreo y la introducción de un porcentaje extremadamente alto de capacidad de alimentación de oxígeno.

«Comenzamos el desarrollo bajo la idea de que estamos trabajando en productos de alta disponibilidad para proporcionar el menor tiempo de respuesta», señala Major S., jefe del proyecto «Aire respirable».

Con un objetivo muy claro.

«Es por eso que no estamos hablando de producir un dispositivo, sino de conectar un componente a dispositivos que ya están disponibles en hospitales y fabricantes de todo el mundo».

«Nos dimos cuenta de que tan pronto como se necesitaran nuestros sistemas respiratorios, los médicos deberán usarlos.

Por lo tanto, durante todo el proceso, el pensamiento que nos guió fue crear un sistema simple y fácil de operar. Uno que también puede ser operado por médicos que no es su especialidad principal».

Este domingo, la unidad entrego 100 unidades al Hospital Sheba, y cientos de kits más serán entregados al Ministerio de Salud.

«Nuestras máquinas son la primera alternativa en el caso de pacientes hospitalizados, más allá de la cantidad de máquinas actualmente disponibles», dice el Dr. Zabani.

«Todas las evaluaciones se desarrollaron en una línea de producción limpia y dedicada, que se estableció en la unidad. Todo bajo la aprobación del Ministerio de Salud».

El proyecto empezó con un grupo de 10 personas y mucho «brillo en los ojos». Soldados que no tienen miedo de atreverse y creer en su sueño, perseverar y enfrentar cualquier desafío que se les presente», dice con orgullo el teniente coronel S., comandante de la unidad.

«Hoy contamos con alrededor de 150 personas que controlan el desarrollo y lideres del mundo respiratorio, incluidos ingenieros, diseñadores, electrónicos y muchos más talentos.

Todo esto no habría sucedido sin la colaboración por primera vez con el hospital, el coraje de los médicos y profesores que nos acompañaron y no se rindieron por un momento».

 

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