Créditos de las imagenes: BGU PRESS ROOM.
El polisacárido metálico derivado de algas rojas se muestra prometedor para aplicaciones antimicrobianas debido a sus picos largos y densos.
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Las bacterias resistentes a los antibióticos se están volviendo cada vez más preocupantes a medida que las fuentes tradicionales de tratamientos antimicrobianos se vuelven menos efectivas.
La resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias se vuelven resistentes a los medicamentos que normalmente matarían o detendrían su crecimiento.
Esto hace que sea más difícil tratar infecciones bacterianas y puede aumentar el riesgo de complicaciones y la propagación de enfermedades.
La resistencia a los antibióticos se debe en parte al uso excesivo y incorrecto de antibióticos en la medicina humana y en la producción de alimentos.
Por lo tanto, investigadores de Israel están buscando compuestos prometedores para tratar heridas e infecciones.
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La profesora Shoshana (Mails) Arad y Profesor Ariel Kushmaro, junto a la estudiante Nofar Yehuda, unieron un metal y un polisacárido y para descubrir que el nuevo compuesto funcionaba bien contra las bacterias y los hongos (candida albicans) debido a los picos largos y densos en su superficie que perforaban la membrana y eliminaban las bacterias y los hongos.
Un polisacárido es un carbohidrato con moléculas de azúcar.
Se trata de un tipo de carbohidrato compuesto por varios monosacáridos unidos juntos por enlaces glucosídicos. Son grandes moléculas insolubles en agua y funcionan como almacenamiento de energía y estructura en las células de los seres vivos. Ejemplos de estos incluyen el almidón, celulosa y glicógeno.
«Luego al agregar un metal (Cu), pudimos crear un nuevo material eficaz».
Los hallazgos se publicaron recientemente en la revista revisada por pares Marine Drugs, ya que el nuevo compuesto se deriva de la microalga roja marina Porphyridium.
La comercialización de estos nuevos compuestos podría llegar más temprano que tarde.
«A la luz del aumento de la resistencia a los agentes antibióticos y antifúngicos, existe una necesidad creciente de desarrollar tratamientos nuevos y mejorados.
